A fuego

 En un caso insólito las palabras no fueron llevadas por el viento. Por el contrario, las atrajo hacia mí. Y aquí se quedaron como marca indeleble. 

El baile

 Danzaba en soledad hasta que te encontré en pleno movimiento. Te sentí cerca, sentí la brisa en cada paso y así como llegabas sensual, empezaste a tomar distancia de mí y de mis labios. No importa, en la mirada supimos todo.

Esos domingos

En el valle de la imaginación, en una fotografía de fantasía te reconozco con una remera mía.

Afortunadamente nada de aquello se desvanece y para mayor gusto, sin darme cuenta, aparece la rima.

Efímero

En ocasiones encontraba cobijo en lo que no podía tener. Nadaba entre lo prohibido con soltura. Fugaz, de unos segundos a la nada