Y auroras boreales en derredor
Un saludo y ya enamorados
Rodeados de gente fuimos dos
Tus ojos, mis ojos a distancia
No había más que eso
Corrijo: sí había inocencia
Amor fulminante hasta los huesos
La esquina donde se percibía lentitud
Hasta aquel abrazo anhelado
Esa sonrisa poderosa y con actitud
Tu rostro se fundió en mi hombro, recostado
Tonta dupla de tímidos
Las noches vívidas en bucle
Toda la eternidad y sin sentido
Tu ser de ésta mente ya no huye
O si...